Timoteo
Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza. 1 Timoteo 4:12.
No sabemos qué edad tenía Timoteo cuando conoció al apóstol Pablo, ni cuando comenzó a viajar con él. La Biblia dice que era joven. Tel vez tenía quince años. Tal vez veinte. Si recuerdas que en la cultura hebrea un levita no podía oficiar como sacerdote hasta los treinta años, podríamos pensar que Timoteo no había llegado a esa edad cuando recibió el consejo del apóstol que hoy usamos como texto base para nuestra meditación.
La primera parte del texto, cuando tenemos menos de treinta nos encanta. Nos coloca en una posición de importancia. Nos hace respetables frente a todos, incluidos aquellos que tienen mucho más que treinta. Que nadie te dé poca importancia, dice el apóstol Pablo, por ser joven.
Cuando lo repetimos, hacemos un hincapié muy especial en el “nadie”; comúnmente mirando a los ojos a quien no cumplió con esa orden apostólica y sentimos que nos “menospreció”. Está bien, la Biblia dice exactamente eso. El detalle está en el contexto, que si no lo respetamos, transformamos el texto en un pretexto para que la Biblia diga lo que yo quiero que diga.
¿Quieres que nadie te menosprecie? Entonces, sé ejemplo: ahí está la fórmula secreta para conseguir el objetivo perseguido. Nada más, nada menos. Si tú eres ejemplo, nadie te va a tratar con menosprecio.
Como ves, la pelota volvió a tu campo, la responsabilidad volvió a ser toda tuya. El respeto que quieres, lo debes ganar. No con gritos, no con aires de juventud poderosa, sino siendo ejemplo en tu hablar, en tu conducta, en el amor, en la fe y en la pureza.
El objetivo quedó más alto; la meta se hace más desafiante. Deja de ser un problema de edad y se transforma en una cuestión de carácter. El Cielo espera que tengas una profunda relación con Cristo y que seas un ejemplo.
Ahora, la responsabilidad es tuya.
Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2014
“365 Vidas”
Por: Milton Betancor
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